Decían mis mayores ¡niña!
¡soledad acompañada!, y no llores ¡niña!
Y... todo así
decían mis mayores.
Ahora que soy mujer:
mis mayores me dicen:
¡no hay mejor refugio!
y ¡más grande amor!
¡que el tuyo, SEÑOR!
sábado, 13 de diciembre de 2008
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2 comentarios:
Precioso. Muy profundo. Me ha gustado mucho. besitos.
Muy bello: tiene aire de pueblo señero y un mensaje adornado y bonito. un berso
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