Te alcancé, amado mio,
aquella noche fría...
noche de soledades
de frios sentires
de vagos recuerdos
de prontitud reclamada.
Tendí un puente,
el del perdón, el son, y el amor
para que lo cruzases
y, me alcanzases
¡amor mío!
Y, hoy
¡Caminamos juntos de la mano.!
sábado, 28 de febrero de 2009
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