¡Quién seré, seré...?
La que los espejos
traspase con su
esplendor, su calor y ¡su hermosura!.
La que los anónimos rostros,
vuelvan sus ¡fauces!
al pasar y la admiren
y, contemplen.
Para reunir a todas juntas,
las pléyades de mi amor.
Porque al fin... y al cabo:
para enamorarte nací.
sábado, 28 de febrero de 2009
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