Señor, ¡ay! este celeste firmamento
augurio de nuestro negro presagio:
Nada es ya posible,
cadenas nos atan
con una fuerza arrebolada,
en uno y otro confín.
Deseos todos.
Sueños,los más íntimos
Placeres,insondables
Mas realidades deseadas,
soñadas y plácidas...
¡ninguna!
Señor, ¡ay! este celeste firmamento
la aurora y cien bellos amaneceres
que surgieran entre tu y yo,
calmarían mil anhelos.
He alcanzado el cénit.
Tu y yo solos
Sólo tu y yo
sábado, 13 de diciembre de 2008
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1 comentario:
Negro, triste, pesimista y de dificil comprensión: poesía que destruye. Un berso
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